La mujer y sus respuestas- II parte

Te recomiendo leer la primera parte publicada el pasado domingo y continua con la segunda de tres partes de este apasionante e importante tema.
Tómate tiempos durante los juegos amorosos. Los hombres tienden a concentrarse en el coito. Es lo que ellos quieren, y lo quieren ahora. Pero lo deseable para el esposo a menudo no lo es para su esposa. Muchos hombres son amantes apurados. Y los amantes apurados pocas veces son buenos amantes. A menudo son hombres que sólo consideran que necesitan el orgasmo rápidamente. Lo más importante que se debe recordar es que se requiere un promedio de quince a veinte minutos con el fin de preparar a la mujer para la experiencia sexual; y una mujer recién casada y sin experiencia, o una mujer con un problema sexual puede requerir treinta minutos o más.
Sólo porque ella es más lenta no quiere decir que haya algo anormal con su funcionamiento. Sucede así porque es el diseño de Dios, Si a los hombres les tomara tanto tiempo como a la mujer, no seríamos tan fructíferos ni nos multiplicaríamos conforme al mandato divino, y si los dos sexos llegaran a la satisfacción con la rapidez del hombre, se eliminarían muchos de los juegos sexuales. Cuando el hombre decide demorarse, pone de lado sus necesidades urgentes con el fin de cortejar y preparar a su esposa, toma un acto que podría ser puramente egoísta y lo convierte en un acto de amor generoso. Cuando un hombre es paciente con su esposa, logra conducirla hacia la mutua satisfacción de la experiencia sexual.
“La relación íntima no debería ser una calle de una sola vía donde solamente el esposo satisface a su esposa. Él necesita y quiere una esposa que sepa cómo satisfacerlo a él durante el coito”
Entiende las zonas de placer de la mujer. Es importante que los hombres entiendan la interrelación que existe entre los tres componentes separados del aparato sexual de su esposa: las zonas erógenas de su cuerpo, la vulva y el clítoris. En el hombre la mayor parte del enfoque sexual se centra en el pene, pero la mujer tiene diversas áreas potencialmente erógenas. Sus senos, oídos, boca y vagina se prestan a la exploración sexual, dependiendo de la sensibilidad y voluntad de la mujer. El esposo creativo no teme usar las manos y la boca para explorar el cuerpo de ella, buscando sus áreas más sensibles. Para complicar más las cosas, ¡lo que es sexualmente placentero para ella en una ocasión puede ser completamente desagradable en otra! Un esposo hábil aprende a localizar las áreas que la excitan y explorarlas en formas apropiadas y agradables para ella. Idealmente, los dos pueden hablar acerca de lo que la esposa necesita de él, de modo que el marido varíe su estilo y se ajuste al estado de ánimo de ella. La rutina y monotonía son tan fatales para la sensibilidad de la mujer como lo son para el hombre. El esposo creativo necesita variar el ritmo y la presión de sus caricias, siempre manteniendo en mente que su meta es darle placer a ella.
...3a. parte el próximo domingo.
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