Para ser más feliz, rodéate de personas felices

¿Sabías que tienes un 15% más de probabilidades de ser feliz si te relacionas directamente con una persona feliz?
El Framingham Heart Study confirmó que la felicidad puede contagiarse a través de la red social, es decir, de nuestro entorno social formado por familiares, amigos y conocidos con los que habitualmente tenemos relación. Después de estudiar casi 5.000 casos, los resultados de la investigación demostraron que una persona tiene un 15% más de probabilidades de ser feliz si se encuentra a un grado de separación (es decir, si la relación es directa) con una persona feliz. Increíble, ¿no?
Resulta que la felicidad no depende solamente de las experiencias y decisiones de uno mismo, aunque tenemos un gran poder personal y propio sobre ella, sino que podemos apoyarla y aumentarla a través de la relación con otras personas felices. Y no hablamos sólo de la relación directa, ya que tendremos la probabilidad de ser un 10% más felices si a dos grados de separación (el amigo de un amigo) se encuentra una persona feliz y de serlo un 6% si lo que nos separa son tres grados (el amigo del amigo de mi amigo).
Aparentemente, a partir del cuarto grado de separación no se aprecia incidencia de esa misma felicidad, aunque personalmente guardo la esperanza de que en un futuro, no muy lejano, se demuestre que se sigue expandiendo más y más y más aún.
¿Cómo puede ser que la felicidad traspase las fronteras de nuestro propio ser para extenderse a través de las personas que queremos y mucho más allá? La transmisión de felicidad a través de los diferentes grados de separación se produce gracias a la difusión hiperdiádica. No copiamos sólo a nuestro entorno más cercano y de primer grado, acto conocido como difusión diádica, sino que replicamos emociones de personas con las que nos une un segundo o tercer grado de separación. Pero la difusión hiperdiádica no es exclusiva de la felicidad, sino que afecta a todo aquello que se pueda transmitir más allá de una relación de primer grado.
Además, solemos agruparnos con personas que tienen un estado emocional similar al nuestro. ¿Recuerdas lo de “dime con quién andas y te diré quién eres”? Pues en materia de emociones este antiguo dicho te dirá cómo te sientes según con qué personas te relaciones. Por supuesto que cada uno tiene su independencia emocional, pero es verdad que existe una tendencia natural en el ser humano que lo anima a agruparse con personas con las que comparte un estado de ánimo similar. Así que, si no estás del todo a gusto con tus emociones ahora mismo, podrías intentar relacionarte más con familiares y amigos que sí que estén en la sintonía que te gustaría estar. Busca a los alegres y positivos si estás teniendo un poco de bajón. Busca a los ilusionados y motivados si lo que necesitas es energía para empezar nuevos proyectos. Busca a los amorosos y cariñosos si quieres abrazar tu corazón. Busca aquello que necesites y aléjate de lo que te atrape en las emociones que quieres dejar atrás.
Ten en cuenta que lo que sientas será la invitación que estés enviando a los demás para que formen parte de tu grupo emocional. Por eso es muy importante que seamos conscientes de nuestro estado de ánimo, de nuestras actitudes y de nuestra manera de ser y de sentir, porque todo ello será lo que estaremos regalando al mundo más allá de lo que en un primer momento podríamos imaginar. ¿Ponemos todas las probabilidades felices a nuestro favor?
Así que una de las claves de nuestro bienestar emocional es tener una red social formada por personas que vibren con las emociones que queremos sentir. No se trata de hacer más y más amigos ni de buscar al primo sexto del tío de tu prima segunda para que tu red social sea amplísima. Lo que en realidad necesitamos es que las personas que queremos y tenemos en nuestros corazones sean felices. Una gran red te dará más oportunidades de coincidir con personas felices pero creo que lo verdaderamente importante es que entre todos nos llenemos de alegría y amor para que el bienestar emocional de nuestro círculo se alimente siempre por el simple hecho de estar juntos.
Para ser más feliz, rodéate de personas felices.
Para ser más feliz, rodéate de todas aquellas personas a las que quieras hacer felices.
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