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El valor de la confianza en la pareja


Photo by Alex Iby on Unsplash

Piensa en una emoción que te gusta o te gustaría experimentar en tu relación de pareja, una que te haga sentir tranquilidad, seguridad… que te aleje del miedo o la incertidumbre. ¿La tienes? Para muchos y muchas de vosotras esa emoción es la confianza en la pareja, en tu pareja.

La confianza en la pareja es uno de los pilares fundamentales de la relación de pareja, junto al afecto, a la intimidad, a la comunicación y al compromiso.

Walter Riso, en su libro «Enamorados o esclavizados», considera que la confianza es uno de los 4 pilares básicos de una relación, cuando el objetivo es llevar esta relación más allá del inicial período de enamoramiento.

Sin confianza por ambas partes, la relación no puede ser profunda y sólida. Pero… ¿Qué significa confiar en tu pareja?

Antes de continuar os animo a reflexionar sobre el significado de la palabra confianza. Y a contestar a varias preguntas:

¿Confías de verdad en tu pareja? ¿Has desconfiado alguna vez? ¿Qué hace que confíes en tu pareja? ¿Cuán importante es para ti la confianza en la pareja?

Comprendiendo el significado de confiar en tu pareja

Si preguntamos que significado tiene la confianza en la pareja las respuestas serán muy variadas, sin embargo, habrá aspectos comunes en las respuestas: la sinceridad, la comunicación, la fiabilidad –saber que la otra persona está ahí cuando la necesitemos–, la comprensión –saber que nos va a entender y a aceptar–.

La confianza no es una elección –o no siempre–, no nos la podemos imponer.

La confianza en la pareja se construye en un proceso mutuo. Aunque puede aparecer desde el principio de una relación, en general se adquiere con el tiempo, a medida que ambas personas, con su comportamiento, la van generando; hasta que se convierte en algo habitual y fluye con naturalidad.

La confianza tiene un efecto recíproco. Si confiamos, inducimos, en mayor o menor medida, confianza. Y al contrario, si mostramos desconfianza, provocamos desconfianza.

Es curioso que cuando hablamos de confianza, pensamos en la otra persona: qué debería hacer o decir, para que confiáramos en ella. Pero mi primer consejo es que en primer lugar reflexiones sobre tu propia forma de ser. ¿Cual es tu nivel de autoconfianza? Muchas veces, la desconfianza hacia la otra persona tiene su origen en la falta de confianza en nosotros o nosotras mismas.

Antoni Bolinches, psicólogo clínico, dice en su libro «Amor al segundo intento»: “Más que buscar a la pareja perfecta, es mejor que seamos nosotros los que nos perfeccionemos para convertirnos en sujetos amorosos deseables”.

Cuando construimos la relación, si en ese proceso alimentamos la inseguridad, el miedo, las dudas… emociones como la ansiedad, la tristeza, la rabia o la culpa… debilitaremos la confianza en la pareja.

Pero insisto, el devenir de nuestra relación dependerá en gran medida de nosotros y nosotras.

Construyendo la confianza en tu pareja: el concepto de confianza

Antes de nada, que significa el término “confianza”.

Según la RAE: Es la esperanza firme que se tiene de alguien o algo o la seguridad que alguien tiene en sí mismo.

También refiere que es la esperanza firme que una persona tiene en que algo suceda, sea o funcione de determinada manera, o en que otra persona actúe como ella desea, ofreciendo seguridad propia a cada uno de los miembros y mutua.

El sociólogo y filósofo Niklas Luhmann, en su libro Confianza (2005), la define como “una actitud que no es ni objetiva ni subjetiva; no es transferible a otros objetos ni a otras personas, por tanto, tiene que aprenderse”.

Como comenta Javier de las Heras en su libro Conflictos de Pareja, la confianza hay que merecerla, hacerse digno/a de confianza, a través de sucesivas ocasiones que la persona demuestra que verdaderamente se puede confiar en ella.

Mi compañera Julia Vidal, en su artículo «Las 6 aes de la Autoconfianza», nos dice que “no nacemos con autoconfianza, sino que se aprende, se adquiere”.

Luego, ya tenemos la primera conclusión: la confianza se adquiere, se aprende, depende en gran medida en nosotros y nosotras mismas.

El origen de la confianza

Si se aprende y deseamos potenciarla en la pareja, conviene que reflexionemos sobre las primeras vivencias relacionadas con la confianza.

Nos daremos cuenta que esta emoción tiene su origen en los primeros vínculos que establecemos con las figuras de apego.

John Bowlby (1989) en su teoría del apego, definió el vínculo afectivo como un sentimiento de apego, logrado en etapas tempranas con la figura o figuras cuidadoras.

Las figuras de apego son las personas que permiten obtener sensaciones de valía y seguridad a la hora de aprender y explorar el mundo. La calidad de este vínculo primario está estrechamente ligado a la seguridad y a la confianza que toda persona requiere para establecer en la etapa adulta relaciones de intimidad.

Si los vínculos afectivos mantienen un base más o menos segura, la persona logra acercarse a otras con confianza. Esto no significa que no entienda que puedan ocurrir hechos inesperados e incluso sufrir decepcionen u ofensas. La confianza no implica que no haya incertidumbre, sino que se tiene tolerancia a esa incertidumbre.

Aquí aparece una de las claves de la confianza: la posibilidad de confiar y tolerar la incertidumbre, permite la intimidad, es decir, lograr cercanía e interactuar sin miedos y bloqueos hacia otras personas por temor a recibir un daño o una decepción.

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